hace que uno se sienta limpio en su compañía.
VII. El verdadero aristócrata no gusta de la ostentación: No desea que nadie lo crea más inteligente, mejor o más capaz de lo que realmente es. Le gusta a Ud. hacer buena impresión, ser adulado, tener gente que le diga que es. Ud. más ingenioso y hábil de lo que en realidad es? Si así es, hay muchas personas de su nismo gusto, pues ese es el gusto de la multitud que camina por la senda amplia. Yo no digo que sea Ud. malo, pero es Ud. vulgar, El hombre Superior no desea tal cosa. Le apena el ser elogiado en demasía. La adulación no lo complace, lo humilla.
El octilta instintivamente sus virtudes, lo mismo que su desnudez. Si se le descubre en oración, se sonroja.
La elección a un alto puesto, la reci.
be serenamente. La adquisición de riquezas viene siempre acompañada para él de la sensación de responsabilidad. Si alcanza fama como artista, como soldado, como ingeniero, como escritor, le es difícil creer que no se 63 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.