menta mi escepticismo al escuchar las discusiones de los defensores y antagonistas del tratado de paz y de la liga.
No obstante, creo firmemente que existen ciertos principios que, humanamente hablando, pueden considerarse inmutables. El espíritu de justicia pue.
de tomar diversas formas al exteriorizarse, pero no cambia en esencia. Así la lealtad, la benevolencia para con los semejantes, la abnegación de sí mismo son elementos permanentes en la naturaleza humana, como el hierro y el oro y el oxígeno son elementos en el mun.
do de la química. Si tales elementos se encuentran en el tratado o en la liga, nada podrá oponerse a la aurora de la utopía; si no existen, será tan imposi.
ble alcanzar paz como sería tratar de fabricar cuerdas con arena.
Después de esta confesión de nuestra incapacidad de penetrar el porvenir. se me acusará de falta de lógica por declarar que la historia adquirirá interés creciente y vital no sólo para los sabios, no sólo para los aficionados inteligentes que a favor de una buena obra histórica pueden recorrer el pasado sin abandonar su biblioteca, de igual 40 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.