los Ja пе ura an taea za las ralos la nio. Esta comparación acude a mi pensamiento siempre que escucho la diversidad de pronósticos. No intento ridiculizar el hábito que tenemos de edificar castillos en el porvenir. Hay ciertos caracteres aparentemente fijos en la naturaleza humana, como en el orden natural, caracteres sobre los cuales contamos instintivamente. El sol se levantará mañana, las estaciones se su.
cederán en su curso inmemorial y con ligeras variaciones; pero no es posible aplicar nuestra fe en la continuidad de tales circunstancias a las vagas, elásticas e imprevistas conibinaciones de la política.
No sé si compadecer o envidiar a aquellos que se sienten tan seguros de su posición en el universo. La omnisciencia debe de ser una ilusión deleitosa para sus víctimas, aun cuando en ocasiones les sirva de estorbo. Yo me imagino a mí mismo con modestia como la araña que tiende su tela de una rama y se mece al extremo, alargándola más y más tratando de llegar al suelo o de encontrar otra rama donde afirmar la extremidad inferior de su tejido.
Como resultado de esta limitación, auaz.
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veto, nte та sus bes 39 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.