O no nes era pura farsa en muchos casos.
Ya intentara deliberadamente Mommsen glorificar en sus escritos so.
bre César el ideal prusiano del despotismo bajo un solo déspota, lo cierto es que aquello fué lo que hizo. Que von Sybel fuera el historiador cortesano de la casa Hohenzollern, es demasiado evidente para que exista la posibilidad de dudarlo. Freitschke, el más hábil de los historiadores alemanes modernos, y cuya influencia excedía a la de todos los demás, era tan imparcial como cual.
quier abogado de primera clase tratando de deslumbrar y convencer a un jurado. En el terreno de la imparcialidad, en consecuencia, no creía yo mucho en ninguno de los historiadores alemanes; y desde que la guerra puso de manifiesto que éstos, como otros profesionales, maestros y sacerdotes alemanes, trataban únicamente de germanizar el mundo para convertirlo en fácil presa de sus ambiciones, sentí que era mi deber el repudiar sus principios. Si la historia ha de elevarse al lugar que le corresponde entre los hombres, debemos depurarla de toda la corrupción que los alemanes le infligieron. Hacían 28 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica