hijo, no te lo envío ni te lo enviaré jamás. No es porque deseo que seas clerical, a pesar de que no hay en esto ningún peligro, ni lo hay tampoco en que profeses las ideas que te expondrá tu profesor. Cuando tengas la edad suficiente para juzgar, serás completamente libre; pero tengo empeño decidido en que tu instrucción y educación sean completas. Te parecerá extraño este lenguaje después de haber oído tan bellas decla.
raciones sobre esta cuestión: son, hijo mío, declaraciones buenas para que arrastren a los hijos de los deniás, pero que están en pugna con el más elemental buen sentido. He dicho que quería que tu instrucción fuese completa. cómo lo sería sin un conocimiento suficiente de las cuestiones religiosas sobre lo que todo el mundo discute. Quisieras tú, por ignorancia voluntaria, no poder decir una palabra sobre este asunto, sin exponerte a soltar un disparate. Pero dejemos a un lado la política y las discusiones y veamos lo que se re.
fiere a los conocimientos indispensables 454 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.