Elías Jiménez Rojas

1914 llegará muy prolito a su fin. Ya lo verán los jóvenes que me lcen.
En todo tiem tiempo y en todo lugar se hajuzgado un deber el sacrificarse por la patria. Lo inverso, querer que la pa.
tria se sacrifique por uno, es un colmo de ruindad y de absurdo. estos colmos son siempre. presagio del desenlace de una situación anormal.
Ernesto Haeckel a su madre: Tú fuis.
te quien desde mi más tierna infancia supo cultivar y perfeccionar en mí el amor por la naturaleza infinita; tú has sabido enseñar al adolescente el valor del tiempo la dicha del trabajo; tú has acompañado mis destinos, a menudo caprichosos, con aquel interminable cúmulo de penas y de cuidados que halla toda su expresión en la sola palabra amor maternal.
Elías JIMÉNEZ ROJAS de agosto de 1920.
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