número de aquellos cuyas convicciones ge.
nuinas siguen la irresistible tendencia de las propias inclinaciones. Por el término «incli.
naciones, queremos significar no solamente el bienestar material, sino todas aquellas aspiraciones de la inente, todas aquellos canales y estrias del pensamiento, filn fäciles y agradables de seguir como penoso y arduo abandonar. Tales son: el deseo de holgura, el deseo de seguridad, el deseo de sistema, las tendencias de la pasión, las asociaciones de la mente, tanto como la mezquina iüfluencia de la posición social, la felicidad doméstica, el interés profesional, el espíritu de partido o la ambición.
El espíritu conservador es contemplativo, en tanto que el radical analiza.
Al analizar los hechos sociales, nuestra mente percibe tan sólo cierto aspecto de las cosas. En la contemplación, sin embargo, estamos absortos por la visión, y el razonamiento sólo perturbar las ventajas de nuestra po sición sin añadirles fuerza alguna. El espíritu radical consume su energía en adoptar actitudes apasionadas; de allí que tantas mentes analizadoras sean irritables y que el movimiento radical sea nervioso, intolerante e intratable.
Tenía razón Ruskin al decir a Norconsigue 408 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.