ligente. Los dos grandes males del país, antes de la guerra, fueron sin discusión, el funcionarismo y el parlamentarismo.
Ellos tienen función de carácter nacio.
nal. El replista, el comerciante y el empleado de menor cuantía, temían las empresas un tanto audaces; se complacían con una situación modesta, pero estable; limitaban sus necesidades a sus recursos y el número de hijos a la he rencia que podían dejarles. El francés no era ambicioso.
Además, hecho a considerar el Estado como entidad poderosa, pero extraña a él, concepción hija de la centralización monárquica y terriblemente expuesta por la constitución de acero de Napoleón, habíase dejado desviar en sentido, y se tenía la ilusión de considerar como caducas las instituciones repu.
blicanas. El individualismo francés se acomodaba muy mal a la absorción de la actualidad de cada uno en la vida colectiva, e igualmente a un esfuerzo combinado entre diversos grupos de ciudadanos.
ese El valor individual, la más inteligente iniciativa, es nada sin la noción práctica 392 Este documento propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.