tos que les inspiren piena confianza.
Reduciendo la cuestión al comercio, sabemos que aquí no hay jueces especiales como en otro tiempo estuvieron instituídos, sino qne ante los tribunales comunes se debaten indistintamente las controversias mercantiles y civiles. Pues bien: la Cámara de Comercio podría y es una idea que surge de paso organizar y pagar tribunales privados para los asuntos de los comerciantes.
strop die oogia silmusei dispaaal No tienen idea las personas que, aunque dueñas de pleitos, andan lejos de los tribunales, acerca del tiempo que en ellos, no ya digamos se pierde, sino se dilapida; y aquí es oportuno declarar que no son los empleados los de la culpa, sino que ella se reparte por cuotas gordas entre muchos factores, de los cuales no es el menos importante, la enfermedad ya endémica que pudiera llamarse «pleititis» o «litimanía. Ramona Durán y una señora Sibaja eran casos esporádicos cuando yo hacía mis primeras asistencias profesionales; todolo peleaban, y sin confianza probable 363 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.