. convertirla en juez de una situación dada, que el mismo servicio cuando se hace dentrode una especie de profesión arbitral.
Suponiendo que en ella no se ocuparan más que abogados, es bien sabido que en el gremio existen temperamentos y aficiones bien definidos: al par que uinos aman el combate y las inquietudes del litigio, otros prefieren la serenidad y quietud del juzgador, y dentro de esta clase se formarían lo; especialistas por la marcada preferencia que les dispensaría el público. Ahora bien, en e. tas con diciones el lionorario resultaría por necesidad módico.
Pero veamos otro aspecto del asunto: hay cuestiones tales que necesitan conocimientos y prácticas especiales y que, por muy capaces y honorables que sean los jueces coinunes, escapan a su radio de actividad: supongamos discusiones sobre asuntos técnicos distintos del Dere. cho, negocios de banca, de bolsa o de algún génoro de comercio aqui descono cido; pues en estas condiciones las partes deben preferir el arbitraje que les permite integrar su tribunal con elemen362 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.