las alturas del Parlamento sobre la inquieta realidad social española no arrastra más que conceptos vagos, tópicos usuales y lugares comunes. veces, cuando se alza un nuevo orador, la atención se desvela acuciada por el afán de encontrar un hombre de realidad que, después de meditar ceñidamente el asunto, exponga el resultado de sus observaciones tan concretamente como un plan de acción necesita. El desengaño tarda poco. De los nuevos labios comienzan a fluir cláu sulas que parecen eco de cosas oída en las tertulias y en los diálogos calles jeros en los años de nuestra mocedady a los que al verlos desfilar ante nos otros, saludamos como a viejos amigos de la infancia.
En el más grave momento, frente a la crisis más honda de España, el Parla.
mento resulta estéril. Esta es la descarnada y acerba realidad. Así lo proclaman muchos; con verdadera fruición los enemigos del régimen parlamentario, para deducir la bancarrota de la más, 321 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.