Miscelánea La historia de las grandes asambleas deliberantes entra en la historia de los grandes fracasos.
Debe reducirse al mínimum posible el número de los miembros de las cámaras de representantes y debe excluirse absolutamente al público de la asistencia a las deliberaciones orales.
Esta es otra conclusión del artículo so.
bre la organización del pensamiento.
Abonado del exterior. Por qué no han vuelto Uds. a tratar de asuntos económicos locales. Cómo va la hacienda del país? No hay ahora en nuestra redacción ningún economista. La hacienda sigue mal. Desconocidos los principios, sin luz y sin brújula rueda el país. hacia abajo, naturalmente. Se persiste en el afán de atender a las llamadas necesidades del nomento, con remedios que pervierten o trastornan el juego de la producción y del cambio. La situación va, pues, agravándose, hasta que llegue la agonía; agonía que, nosotros lo esperamos, habrá de resolverse en salud, pero a costa de muchas lágrimas y angustias.
994 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.