cumentos desconocidos en aquella época y que posee la nuestra. Ha pintado el cuadro de sus predilectos con el color de aquellos tiempos, avivado empero con el brillo que le dan los nuestros.
Deja entre nosotros Lemonie recuerdos afectuosísimos; prestaba oído atento a todas nuestras discusiones, y con frecuencia con una palabra dicha a propósito, pero sin visos ningunos de aspirar él a la supremacía, por su costumbre de reflexionar y de buscar ante todo pacientemente la verdad, decidía con justicia la cuestión en que no estábamos de acuerdo. Su fisonomía apacible y modesta, reflejo verdadero de su alma justa y de su sincero corazón, nos daba a conocer su adhesión fiel, nunca interrumpida en largo tiempo, a amistades ilustres; no nos revelaba sus inflexibles opiniones políticas ni su valor, heredado de un sol.
dado, del cual dió pruebas cuando con los educandos de la Escuela politécnica combatió a su lado en el sitio de París: no dejó a éstos sino para subir a una cátedra en el Colegio de Francia. El observador menos atento pudo notar en estos últimos días que sus ademanes circunspectos eran los de un hombre que conoce que su alma se va, pero que, con 287 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.