honrar al estado llano por haber establecido el régimen definitivo de igualdad política y civil de que gozamos hoy.
Sin reticencias nos dais a conocer los beneficios, y en las condiciones inherentes a la naturaleza humana halláis una excusa para las faltas. Anudáis el hilo de la tradición para que consideremos el estado de la Francia actual, no como producto de una generación espontánea, sino como resultado de un trabajo lento de evolución, que subsiste há más de quince siglos, en que cada una de las categorías de la Nación se ha comprometido a su vez necesariamente, y que merece nuestro respeto, según vos, por el empleo patriótico de sus fuerzas, al paso que por el abuso egoísta que de ellas hizo debe resignarse y solicitar nuestra indulgencia.
Dando primero parte que les corresponde a los dogmas políticos de Rousseau, pasáis luego a acusar la falsa filosofía que en su tiempo descarrió a la nobleza, a la magistratura, a los adinerados y al común de los ciudadanos, por haber sido la causa, cuando vino a ponerse en práctica, de la revolución social de los campos.
Tratáis también (tal vez es un preludiode una obra que aún no está acabada) de caracterizar de un modo nuevo el papel que 279 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica