la Edad Media gozaba de gran favor, y solo cuando estuvo muy avanzada la era moderna, expresó Sir Henry Wotton su opi.
nión de que la comezón de disputar forma la costra de las religiones. Alguna vez pensaron los hombres de ciencia que no había hazaña más agradable para el novel doctor en filosofía que sentar una pro.
posición y sostenerla contra todos los replicantes. Hace algunos años que encontré en la universidad de Berlín a un joven que había obtenido el doctorado por sostener su tesis contra tres amigos, cada uno de los cuales la atacaba en discurso preparado de antemano por el propio candidato, y quienes se rindieron con gentileza después que sus objeciones fueron victoriosamente rebatidas.
El que consideremos ahora la discusión como confficto más que como cooperación, por el desgaste que todo esfuerzo antagó.
nico representa, se debe indudablemente a los triunfos de la ciencia. Los estudiantes de la naturaleza han progresado tan mara.
villosamente, no porque desarrollaran mayor agudeza de ingenio que los escolásticos medioevales, sino porque se dedicaron a la observación, los experimentos, la historia y la medición. Su técnica para investigar lo concreto es aplicable asimismo a los pro262 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano di Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.