del Universo, difieren poco de las que deducen las criaturas más humildes, que, sin estudio ninguno, les dan como base fundamental axiomas como los de Dios y del alma, que no admiten ni necesitan demostración y están en el fondo de nuestros corazones. Estos modestos discípulos de la fe del carbonero que, como decía uno de nuestros geómetras, tratan de irse al cielo por una perpendicular. no es verdad que tienen razón?
Esos dos axiomas, para ellos único punto de partida. no traen consigo la noción de la libertad moral, del deber, de la justicia y de la responsabilidad, que en vano se intentarían deducir de teorías basadas en el egoísmo? Creado para vivir en sociedad con los suyos, el hombre, al cual se cree lisonjear diciéndole que es un animal que inventa herramientas, pero a quien Goethe apellidaba un animal religioso. no está predestinado a te.
ner un sentimiento profundo de lo que llamamos, en su sentido más amplio, lo divino? Si nuestros antepasados volvían el rostro hacia el firmamento, cuya inmensidad les era desconocida, los últimos 229 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.