sino por el uso común del hablar; por donde tengo razón de juzgar por cosa fuéra de proposito que me queráis demandar cuenta de lo que está fuera de toda cuenta. El mismo Valdés no hallaba otra autoridad en que apoyar sus opiniones gramaticales, que los refranes populares, en que «se ve muy bien. se.
gún observación de su interlocutor y paisano Torres. la puridad de la len gua castellana. veces el mismo Valdés en sus escritos también se apartaba del uso. El interlocutor italiano Marcio le dice: Satisfacednos con las razones que os mueven a escribir algunas cosas de otra manera que los otros; porque pue.
de ser que éstas sean tales, que valgan tanto cuanto pudieran valer la autoridad de los libros. es de ver en las que expone Valdés, a vueltas de la discreción que de ordinario le distingue, la ignorancia que padece y los errores en que cae cuando a falta de modelos indígenas consagrados, inventa para su uso particular etimologías arbitrarias, vanas razones científicas.
Ni fué científica (o a lo menos escaso anduvo este elemento auxiliar) sino 209 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.