dere las lenguas como plantas parásitas que crecen abrazadas apenas al árbol de la humana sociedad. El lenguaje, dice el profesor Pott, es compuesto de alma y cuerpo, y vive y se alimenta a un mismo tiempo de espíritu y materia.
Por una parte, producto sonoro de los órganos vocales; por otra, brote lozano de la imaginación; y en él, como en todas las manifestaciones de seres anima.
dos, los movimientos regulados por leyes naturales se combinan con otros inexplicables; la necesidad se modifica y particulariza por obra de la espontaneidad. Conocemos talvez las causas fisiológicas que determinan el cambio o eliminación de algunos sonidos y letras; pero dentro de los principios generales cabe variedad de resultados. Nos enseñará el filólogo que aun las excepciones gramaticales son restos de leyes antiguas que cayeron en desuetud; pero no explicará en muchos casos por qué ana ley es regla y otra degeneró en excepción (1. Si se nos proponen varias voces latinas que significan una misma cosa, tenemos la clave para darles a todas ellas la forma les corresponde en nues(1) Cuervo, Apuntaciones, 3a. ed. 665.
204 Este documento propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.