la diferencia fundamental entre sílaba acentuada y sílabas no acentuadas?
Marmontel, académico y célebre preceptista de la centuria pasada, confesaba que tenía por fabuloso el acento tónico: no de otra suerte lo miran muchos en Francia, y recientemente Quicherat, Gaston Paris, Littré se han esforzado por demostrar a sus compatriotas la verdad sencillísima de que las pielabras francesas se dividen en agudas y gra.
ves, clasificación comprobada por el cumplimiento de aquella admirable ley etimológica. Si fuese permitido este paralelismo simbólico, diría yo que al modo del pueblo israelita en materia de religión, en lo tocante a este peregrino accidente de la elocución, que llamamos acento, el pueblo francés ha sido depositario y guardián de la misma verdad que en el orden regular de las cosas parece condenado a no comprender.
Os he traído a la memoria esta ley de la permanencia del acento, no para desviar vliestra atención del asunto de que trato, antes bien para rogaros que la fijéis en las conclusiones que del reconocimiento de leyes lingiiísticas tales 199 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.