nuerelaciones internacionales legitimas enriquecen y fortalecen a las naciones unidas por tales vínculos. Cualquier proyecto de sociedad de naciones que restringiera la iniciativa, la responsabilidad y el orgullo na: cionales, actuaria simplemente como una camisa de fuerza sobre el progreso humano.
La verdadera y sabia sociedad de naciones será aquella queseintegre con pueblos que deriven mayor fuerza, mayores recursos y patriotismo mayor de su va asociación y de las oportunidades que allí encuentren en provecho general.
No escasean indicios de que los adeptos al socialismo imaginan que sería más fácil y más rápido ganar terreno en los Estados Unidos por el método indirecto de implicarnos en una política internacional falsa, que por el método directo de procurar apoderarse de la maquinaria gubernativa por medio del sufragio. Esto explica por qué los socialistas y los que simpatizan en el fondo con aquella doctrina, sin proclamarla abiertamente, desean vivamente que Trotzky y Lenine sean reconocidos oficialmente jefes supremnos de un gobierno 190 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.