principiado su carrera como operarios al servicio de una u otra compañía ferroviaria.
Sabemos asimismo que la doctrina fundamental de ciudadanía norteamericana excluye en absoluto la noción de que el hombre gana prestigio o lo pierde en manera alguna en razón de su ocupación. Aquí todo hombre o mujer figura en el mismo nivel de igualdad política, y el voto del hombre opulento no tiene mayor importancia que el de otro hembre que en aquel mismo instante puede hallarse en busca de trabajo. En el estado socialista son fundamentales las clases económicas permanentes con intereses diversos y antagónicos. En el estado democrático quedan excluídas, por el contrario. Róbert Burns era el poeta de la democracia cuando cantaba: El hombre es por todo esto un hombre.
Tercera: que en el curso del desarro.
llo económico, los ricos van aumentando gradualmente en riqueza y disminuyendo en número, en tanto que aumenta gradualmente la miseria de los pobres a la vez que se hacen todavía más numerosos.
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