rales que sigue la mayoría. Estas ocupacio.
nes y gustos son comunes al hombre salvaje y al civilizado. Lo mismo que el salvaje, son belicosos el inglés, el francés y el americano; como él, cazan; como él, bailan; como él, se complacen en discusiones que a nada conducen; como él, dan un valor extravagante a la retórica; como él, son hombres de partido, teniendo un periódico por totem, en vez de tener un tatuaje en la frente o en el brazo; y como él, están muy dispuestos a convertir su totem en un dos. El hombre civilizado se resigna al er cómo se condenan estos gustos y ocupaciones en libros, discursos y sermones; pero probablemte encuentra en los unos y en las otras más placer que en cosa alguna. Seguirá)
De Julio Simón Desde que todo se enseña en las escuelas, no se aprende en ellas gran cosa; esto es una doble desgracia, bajo el punto de vista intelectual primero, y luego bajo el punto de vista moral, porque esos ignorantes están tan huecos con todos los hermosos conocimientos que les han enseñado, como si hubiesen retenido alguna partícula de ellos. Quieren que se 167 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.