su estabilidad de la propiedad privada, instrumento la primera, recompensa la segunda, del éxito en la lucha por la vida. Hé aquí, pues, otros tantos principios e instituciones que los amigos del obrero y del trabajador rural parecen muy dispuestos a tratar como sus abielos trataban las máquinas agrícolas e industriales.
Los americanos creen que la felicidad humana debe prometerse más de la energía individual que de la legislación pública.
Los irlandeses estiman lo contrario, y has.
ta en los mismos Estados Unidos y evidentemente en Inglaterra, gana terreno opinión. Ahora bien, se trata precisamente de saber si la futura legislación democrática se conformará a esta nueva opinión, punto del cual depende en gran parte el porvenir del gobierno popular. Existen dos categorías de móviles, y no más de dos, bajo cuya influencia haya podido pro.
ducirse y reproducirse hasta ahora la enorme cantidad de materias necesarias para la subsistencia y el bienestar de la humanidad. Los móviles de la primera categoría han logrado cultivar el territorio de los Estados del Norte de la Unión Americana, desde el Atlántico al Pacífico; a los móviles de la segunda categoría se debe muy principalmente el progreso agrícola e industrial 165 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.