guiente, nuestro libre albedrío no está exento de tal dependencia. Todas las razones que prueban la existencia de Dios y que él es la causa primera e inmutable de todos los efectos que no dependen en nada del libre albedrío de los hombres, prueban asimismo, me parece, que él es también la causa de todas las acciones dependientes de dicho albedrío, pues no podría de: mostrarse la existencia de Dios sino considerándolo como un sér soberana.
mente perfecto; y no sería soberanamente perfecto si pudiera suceder algo en el mundo que no viniera enteramen.
te de él. Paso a la dificultad que vuestra Alteza propone relativa allibre albedrío, cuyas dependencia y libertad trataré de explicar mediante una comparación. Si un Rey que ha prohibido los duelos y que sabe con toda seguridad que dos gentileshombres habitantes en ciudades distintas están en querella y tan animados el uno contra el otro, que nada podría impedirlos de batirse si llegaran a encontrarse; si este Rey, digo, da a uno 135 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica