¡Poco más o menos. Cada gusano no produce, pues, su seda y cada abeja su miel, esclavos natos de un trabajo uniforme, encargados de dar uno y otra un producto siempre idéntico, que, ni en su naturaleza ni en su cantidad han cambiado con los siglos? No hagamos mal uso de la zoología; podría así llevarnos más lejos de lo que quisiéramos.
No tratemos de persuadir al primero que se presente sería bastante bárbaro para creernos por nuestra palabra de que si no es ni un Platón ni un Homero, es porque no ha querido serlo, pues que fué creado como ellos para producir filosofías y poemas. No enseñemos al vulgo a perder el respeto; cuando éste se pierde, ay! todo está perdido. Por el contrario, hagámosle ver la distancia que separa al común de las gentes de los escogidos de la humanidad, porque no hay que cansarse de repetir que la humanidad tiene sus escogidos que la virtud, el espíritu de abnegación, la bondad, el valor, el genio, el trabajo singularizan, o para servir de ejemplo a otros o para tomar la delantera. Si nos limitáramos a decir que cada uno de nosotros tiene una noción, a veces confusa, a ve131 Este documento propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.