su sello en la mayor parte de vuestras concepciones, determinó sus lineamientos magistrales. Diríase que quisisteis dar razón anticipada de por qué os dirijo la palabra en esta sesión, y la designación que en mí ha recaído prueba que la casualidad no siempre es ciega en sus caminos.
No habéis olvidado nunca, empero, que si bien corresponde a la ciencia revelarnos, como hija de la razón, las maravillas de la naturaleza inanimada, debemos reservarles a la poesia y a la elocuencia, que dimanan del corazón, el privilegio de ir hasta lo más profun.
do del alma humana, hacernos partici.
pantes de sus dulces emociones, descri.
bir las pasiones que la conmueven, y dar en sacrificio, al menosprecio y a la indignación, las vilezas y los crímenes. par de vuestras simpatías por los encumbrados talentos y vuestro respeto por la dignidad humana, lucen en todas vuestras producciones un saber extensísimo, un trabajo que no desma.
ya nunca, un lenguaje templado al calor del sentimiento, sin que por esto pierda la claridad que da el buen juicio, ni su precisión geométrica, ni las agudas ob126 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.