es sosa y cursi la última escena de «La ley de los hijos. que Gómez Carrillo ha publicado, como una joya, en «Cosmópolis. Emilio Bobadilla no es peninsular, sino americano. Como crítico no vale una patata. Ha hecho versos regulares de forma, pero groseramente eróticos, y sabe muy poco. Pintando en verso un paisaje campestre, presentaba una «yegua rumiando. Carner: no hay más que añadirle una o.
Mariano de Cavia escribió bien, pero está «academiquizado» y estropeado.
Julio Cejador es un pobre diablo, que no sabe más que decir desatinos: sostiene que se debe escribir «canpo, con ene porque así se pronuncia. y construye. había que decirse y escri.
birse canpo. Doña Emilia, a pesar de ser «catedrático. como ella dice, sabe muy poco, o, mejor dicho, nada. 1)
Ricardo León no es más que un rebuscador de palabras.
José Francés no distingue los casos (1) Creia y escribió que volaba la garduña; empleó el verbo inhibirse, que es abstenerse, por entrometerse, ete.
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