Yo me imagino que el Sr. Suárez adorna sus preciosos trabajos con nombres pro.
pios, sin cuidarse mayormente de la justicia histórica, y pienso que tales trabajos ganarían mucho si se recortara todo lo que hay en ellos de apreciación de personas. Qué de reclamos harían los interesados, si pudieran resucitar, al sentirse tan ignorados o tan desfigurados! Porque el Sr.
Suárez desfigura no sólo cuando ataca sino también cuando elogia.
Léase el siguiente pasaje. Los hombres escogidos para el alto fin de guiar a los demás en el progreso han sido siempre los que hoy se llaman grandes caracteres, es decir, hombres que han realizado el tipo del justo descrito por el poeta: la ruina del orbe no habría sido parte a hacerles mudar sus propósitos, y su enseña ha sido Perezca el mundo, pero que la justicia se cumpla. Esa magnanimidad.
pura y desinteresada como Platón la soñó, es la que realiza las proezas de los héroes, los triunfos de los mártires y las invencio.
nes de los sabios: ese fué el carácter de San Pablo, de Hildebrando y de Savona rola; de Godofredo, de Sobieski y de Bolívar; de Cristóbal Colón y Galileo. diga el lector entendido qué le parece este cuadro en que se le ofrecen juntos San Pablo, 86 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica