güenses y poco después llega un agente de Chamorro a reclamar la devolución de las armas y municiones prestados a los revolucionarios costarricenses, no par. ytegrar.
as en los arsenales públicos, sino para en.
tregarlas a los revolucionarios hondureños de hoy, en guerra desde Nicaragua contra el Gobierno constituído por los revolucicnarios de ayer.
Por supuesto que ya debe de tener lista el Presidente Chamorro, copia de la célebre comunicación a Washington, por si el Gobierno de Honduras avanza fuerzas ha: cia la frontera en son de amenaza o guerra.
Más tarde, si la revuelta vence o por las arınas, o por la intriga de ciertos malos hondureños residentes en Washington, o por las maniobras de cualquier provocador de conflictos amerianos en Tegucigalpa, re.
clamará las armas y municiones prestadas, y así quedará de nuevo patentizada la calumnia levantada, por segunda vez, al Presidente Chamorro. No muy tarde, esas armas y municiones, renovadas y devuel.
tas, le servirán para auxiliar la revuelta contra el Gobierno de El Salvador, así seguirá esta mala cuña ya qui perturbando la tranquilidad y la paz de Centroamé.
rica, hasta que alguien se sirva declarar que estos pueblos son ingobernables, que la 81 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.