tud de diferencias que, entre tales y cuales modos de hablar, tácita y convencional.
mente quedaron establecidas.
Por otro lado, una persona versada en todos los tonos y delicadezas del lenguaje cortesano y de los salones, incide fácilmente a pesar de eso, en incorrecciones gramaticales, y la balanza de la crítica literaria, que no siempre sigue las oscilaciones del uso, se inclina alternativamente, ya en favor de la frase popular, ya de aquella que prefieren gentes de educación esperada.
Resulta de aqui que la crítica deslinda el lenguaje familiar, cuotidiano, el que empleamos para darnos a entender, del len.
guaje escrito, literario, que vive y se trasmite con elocuencia muda, en los libros.
Campea el primero a inerced del uso propiamente dicho; vive el segundo en otro ambiente, desenvuélvese bajo otros impul.
sos; y si bien, por las relaciones que ligan a éste con el uso, suélese llamar a las leyes que le rigen uso literario. tal especificativo añadido a la indicación de género próximo, revela una diferencia profunda, así como negamos que un hombre sea un aninial, por el mismo hecho de definir al hombre animal racional. El lenguaje li.
terario, o como si dijérarnos de las letras, a diferencia del oral, obedece a principios 75 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.