fragmento (Selección de Eremita)
Como gobernante seré fiel guardián de la ley escrita. No hay cosa que más desacredite a un país y a sus maudatarios que hablar constantemente de los derechos innanentes del hombre, de las garantías individuales y del cumplimiento de la Constitución y de las leyes, a la vez que se ejecutan actos atentatorios a la libertad, contrarios a los principios de dignidad, honra, moral y religión.
Entiendo por justicia, no la debilidad ni la condescendencia indebidas, ni los conmovedores arranques del corazón, sino a quella virtud excelsa y divina que unas veces tiene que proceder con estré.
pito, cou lágrimas y sangre, y otras con dulzura y suavidad.
Estoy convencido de la imperiosa necesidad de ser justo y de las inapreciables ventajas de seguir siempre el sendero de la conveniencia pública. Desgraciado del Magistrado que desatendiendo a esas condiciones de cabida en su corazón a la voz de la amistad, del espíritu de partido, de la intriga, del iniedo, de la riqueza, de la pobreza o del interés par47 Este documento propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.