ministración del General López, de la cual fué pensamiento y nervio el Secretario reformador. Esta es por excelencia la grande hazaña, la proeza soberana de aquel tiempo, porque en tanto que las demás garantías libertades son susceptibles de gradaciones apreciables diversamente por la crítica la opinión, la que convierte al es.
clavo en ciudadano es verdaderamente la gran libertad humana, pues restaura la personalidad del hombre, es obra divina en cierto modo porque devuelve a todo el individuo a su cuerpo, a su alma y a sus facultades la dignidad y los derechos que le fueron arrebatados por la más abominable de las injusticias.
Esta reforma incomparable se coronó entre nosotros merced a la constancia del doctor Murillo y sus compañeros, quienes aplicaron para ello sus energias y talentos al genio cristiano y liberal de la nación, de suerte que en este capítulo resulta nuestra historia más pura y más bella que la historia de la nación de Lincoln, donde las cadenas del esclavo hubieron de ser rotas por la espada, y no como en Colombia, por el sólo influjo de la humanidad y la elocuencia. Decidine, pues, oh señores, si el colombiano modelado en ese bronce no será digno de nuestra más pro34 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica