clarado sus opiniones sobre el particular.
Consignolas, en efecto, en la segunda parte del Quijote, poniendo, según acostumbraba, sus propios sentimientos en boca de los personajes que introduce. Quién de vosotros no recuerda la severidad y dureza con que el héroe manchego corregía el hablar revesado de Sancho, motejándole de prevaricador del buen lenguaje. de aquí el diálogo interesante que se entablo entre el amo y escudero y el Licenciado, el cual interlocutor, a vueltas de otras razones, en que el autor del libro descubre su pensamiento, proclamó que el lenguaje puro, el propio, cl elegante y claro está en los discretos cortesanos, aunque hayan na.
cido en Majada Honda. discretos, por que hay muchos que no lo son, y la discreción es la gramática del buen lenguaje, que se acompaña con el uso. Con la discreción, o como diríamos hoy, con los dictados de un criterio sano, limita Cervantes, por lo visto, la autoridad del uso, con la condición además, de que sea uso cortesano, aun cuando no lo fueren los que le siguen. Con saludables consejos previno el mismísimo Quijote a Sancho, para el buen desempeño de la gobernación de la insula, y fué uno de ellos que hablase con decoro, por lo cual le amonesta que en vez de ciertos Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica