seña que por uso ha de entenderse el consentimiento de los eruditus, así como en punto de moralidad no hay otra costumbre respetable que aquella en que convienen los buenos. Saint Martin y otros publicistas del presente siglo, trataron de sustituir la voluntad de los justos a la de las mayorías, y la soberanía de la virtud a la del pueblo, en la teoría de los gobiernos. De principios semejantes partía ya el sensato retórico latino tratando de determinar la norma del lenguaje; pero sin reñir, en apariencia, con la doctrina generalmente reci.
bida, que admite como suprema ley la del uso. Quintiliano en puridad de verdad, concede a la erudición preeminencia sobre el uso, pero no en són de doctrina nueva, sino a guisa de quien interpreta y desen.
vuelve una fórmula sancionada, indiscuti.
ble.
CERVANTES, que en medio de su desembarazada naturalidad, y a vueltas de no infrecuentes descuidos, cultivaba la lengua nativa con tanto esmero y cariño; Cervan.
tes, que no desperdiciaba ocasión de sembrar doctrina y filosofía en sus escritos, sólo en apariencia festivos y ligeros, mal podía suceder que más de una vez no hubie.
se meditado sobre la jurisprudencia del lenguaje, y que aquí o acullá no hubiese de7 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.