fatalista, aplicada por Latham a la crí.
tica del lenguaje: todo lo que se ha usado fué bueno, es bueno todo lo que se usa; y bueno será todo lo que haya de usarse.
Sería la historia del lenguaje una rnera su.
cesión de usos igualmente buenos, o mejor dicho, ni buenos ni malos: no cabría en el lenguaje perfeccionamiento alguno, ni tampoco decadencia: no habría principio filosófico por donde pudiese el crítico, siguiendo a la lengua patria en su marcha y variaciones, señalar sus altibajos, sus épocas de mayor pureza o corrupción, sus pérdidas y ganancias; ni serían tampoco poderosos los escritores, estudiando las leyes y contextura del idioma, a promover su desenvolvi.
miento progresivo. En suma, la teoría que principia por fijar el uso como única norma del bien decir, acabará mal que pese a sus sostenedores, si es lógica en sus conclusiones, negando toda norma racional en materia de lenguaje.
No ha sido ciertamente esa teoría gramatical, si este nombre merece, entendida por todos de una misma manera; pero todos, o casi todos, la admiten en principio, sin desazón de conciencia.
Observad, señores, que en la esfera lite.
raria las doctrinas que entronizan el gusto general o la razón del mayor número, no Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.