debe ser un centro de cultura del espíritu.
La costura era, en efecto, al principio, completamente extraña a la instrucción propiamente dicha. En cuanto a la gimna.
sia, debía sólo hacer el cuerpo más sano, más robusto, más flexible, y por ahí, animar de una manera indirecta los trabajos intelectuales.
Las leyes y reglamentos de las escuelas prusianas consagran el principio de la cul.
tura intelectual. Pero en 1872 aparece por primera vez la idea de introducir el trabajo manual en las escuelas de varones. Pa.
ra propagar esta idea se ha empleado el procedimiento de comparación con el extranjero. En realidad, todas esas comparaciones eran superfluas para convencer a los que van al fondo de las cosas. Es inútil decir lo que pueda hacerse allí donde la pedagogía existe apenas, en estado de ciencia, allí donde falta la tradición, allí donde no se han realizado todavía ensayos de conjunto, allí, en fin, donde gentes sin experiencia dirigen casi por sí solas el sistema escolar, y se pasa sin cesar de una idea a otra, y las cosas que más impresionan al observador superficial, son las que se tie.
nen en más alta consideración.
Se creía también que la enseñanza del trabajo manual contribuiría al progreso de 569 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica