Se cree, generalmente, que la moneda de oro, no bastará para garantizar la función monetaria después de la guerra. Los que así opinan, arguyen que ya antes de la guerra, se manifestaba cierta tensión mu netaria porque la inasa de oro existente en el mundo no había aumentado tan rápida.
mente como la masa de transacciones a la cual ese orc sirve de base, a pesar de tcdos los progresos realizados en los modos de pago y escalonamientos del crédito. Al término de las hostilidades la situación será mucho más difícil aún, pues las necesidades monetarias se acrecerán prodigiosa.
mente. Habrá, primero, que hacer frente a la enorme cantidad de títulos creados por la propia guerra. Los empréstitos de Es.
tado habrán provocado la aparición de va.
rias centenas de billones de francos en tí.
tulos, mercancía cuya circulación exigirá moneda. En el mismo sentido actuarán en su desarrollo la producción y el comercio y el alza de los precios. Para levantar las ruinas de los países devastados por la guerra, para reconstituir los stocks absorbidos, se crearán enormes corrientes de cambios que darán al conjunto de transacciones comerciales del mundo un valor mucho mayor que el representado por ellas antes de la guerra. En 1913, sólo en 554 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.