tan el carácter de las sociedades; alimentado el espíritu de la niñez y la juventud con enseñanzas letales a las aspiraciones que ennoblecen la vida; mantenido y propagado el falso origen de la autoridad; fomentada la ignorancia de la ley fundamental de la conciencia y la de la fuente eterna del derecho humano, las generaciones que se levantan, incapaces para sí mismas, se hallarán desarmadas e impotentes para contener el mal y acudir al socorro de la Nación. como los acontecimientos en la época actual parecen precipitarse; y como han comenzado de fuera a aplicarnos los mismos principios que han informado e informan nuestros propios actos, es muy posible que no esté muy lejos el fin de nuestra existencia nacional. Del atentado de 1906 para no ir más lejos al de 1914, corrieron ocho años, de éste al de 1917, treinta y tres meses, y de éste al de 1919, otros tantos. Ecos todos, del primero, han venido creciendo como el de un grito lanzado en la cumbre de los Andes, que va ensanchandose, de abra en abra, en los senos de las montañas, hasta semejar en las postreras el retumbo formidable de un trueno. Cuando dejará de re501 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.