moneda, e insisten en comprar cuero con trabajo. Hé aquí como se hace un negocio de esta clase con Holanda. Los cueros crudos son enviados a Alemania a crédito. Allí entran en juego los obreros y las tenerías, y el cuero es curtido. Luego mandan a Holanda suficiente cuero curtido para pagar el cuero crudo, lo cual les permite guardar para sí una parte del cargamento original. Así, sin haber gastado un marco, excepto en salarios, de sus propios obreros, de las curti durías, de sus empleados de ferrocarril y de sus estibadores, han adquirido cuero a expensas únicamente de trabajo humano.
Pero el negocio de cuero no termina aquí. El holandés, que ha recibido el cuero curtido de Alemania, puede venderselo, si quiere, y el alemán lo recibe con gusto a crédito, pero, bien entendiủo, no para pagarlo con marcos, sino con productos manufacturados. El cuero curtido vuelve de nuevo a Alemania en algunas ocasiones, cuando no se ha quedado ahí desde el comienzo, y las fábricas alemanas lo convierten en zapatos y botas. La mayor parte de estos productos vuelve a Holanda para pagar el cuero curtido, y el resto queda para uso en Alemania. Ni un marco se ha gastado 457 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica.