una multitud de pequeñas organizaciones, predominó como en la época helénica, el Estado ciudad. Por lo demás, el origen de todos los Estados nos demuestra que una organización social no se extiende a otras organizaciones, sino por vía de absorción, es decir, de conquista, pero siempre bajo la presión del hecho bélico, o para defenderse contra un enemigo común.
No hay ejemplo de que se hayan constituído Estados por la prédica de los ideólogos o por amor a la simetría, y de ahí que, la única posibilidad de que la Humanidad se concentre en una sola organización, consiste en la eventual lucha interplanetaria entre los habitantes de la Tierra y de Marte o Venus.
Lo que la historia nos enseña es muy diverso. Consiste en que todos los tiempos ofrecen determinadas formas de organización política como predominantes en los pueblos más civilizados. Así, en el mundo griego y en la época medioeval predominó el Estado ciudad; en la Epoca Moderna, el Estado nación, y en la contemporánea, predomina el imperio.
Hasta hace poco el Estado nación aparecía como la forma más vasta y perfecta de organización social. Perfecta, porque la creíamos homogénea, es decir, compuesta Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.