damento en la voluntad del Estado mismo que es el primero y más directamente interesado en garantizar a los individuos las condiciones de un orgánico desarrollo de su propia personalidad. de ahí también que al principio democrático e individualista de la soberanía de las multitudes, la soberanía popular, se contrapone el concepto del gobierno de los más aptos, o sea de quienes por tradición, por cultura, por posición social, se encuentran en grado de elevarse por sobre los intereses contingen tes de la generación a que pertenecen, y de discernir y realizar los grandes intereses históricos del Estado. 3) El concepto del gobierno de los más aptos no se contrapone al principio de la soberanía popular. este principio se contrapone únicamente el antropomorfismo infantil de quien crea todavía a estas horas que hay un Dios personal que pone DIRECTAMENTE reyes o presidentes.
Entre los que aceptan el principio de la soberanía popular, no hay quien no quiera el gobierno de los más aptos. El desacuerdo existe sólo en cuanto a la manera de escoger el pueblo a los más aptos, preconizando unos el sufragio universal, restringiéndolo otros según reglas fijas; pidiendo unos la forma más directa posible, mientras otros estamos por la forma más indirecta posible; ideando los unos colegios que se constituyen para votar, mientras los otros reclamamos que la función de elegir no pueda ser ejercitada sino por colegios homogéneos, pre existentes relativamente a dicha función, que no se organizan para votar, sino que votan por existir ya organizados de antemano desempeñando un papel definido: docente, artístico, industrial, comercial, religioso, militar, etc.
Lo que es un contrasentido es precisamente el concepto del gobierno de los más aptos en el campo donde impera una sola autoridad.
El genuino individualista es el enemigo más exaltado de la democracia considerada como el gobierno de la mayoría numérica. Ya Stuart Mill, el más ilustre quizá de los viejos individualistas ingleses, decía: Ahí donde las fuerzas de la sociedad obran en una sola 495 Este documento es propiedad de Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.