muchos daños y peligros se van preparando a los pueblos de la Entente. Ya sus enemigos vencidos han comenzado a utilizarlos como el medio más eficaz para sustraerse a las consecuencias de la derrota. Impotentes para combatir con las armas, ellos se batirán con la dialéctica wilsoniana sustrayéndole a los vencedores, en el campo diplomático, lo que han ganado en el campo de batalla.
Este peligro abarca a todos los pueblos de la Entente. Inglaterra está amenazada en su secular dominio marítimo por el principio de la libertad de los mares; a Francia se le prepara la vecindad de un Estado de 80 millones; pero ataca sobre todo a Italia, que en virtud de la astucia de sus seculares enemigos, que hasta ayer se llamaban austriacos y hoy yugo eslavos y tiroleses, y más aún, quizá, por la miopía de sus mismos aliados, ve puestos en duda los frutos de sus esfuerzos, de sus sacrificios inauditos, de su indomable tenacidad. los ve puestos en duda, precisamente, en nombrede aquella ideología democrática, antiimperialista, igualitaria, que susenemigos y sus amigosintentan desencadenar como el arma más formidable y decisiva. Tampoco resulta de poca monta. 414 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.