lor de la ideología democrática. Por último influyeron sobre el mito pacifista y antiguerrero, las persistentes derrotas de la Entente. De ahí que, siendo el mejor testimonio y la prueba de la menor fuerza de la coalición, surgió espontáneo el llamamiento a otro elemento que, aparte de la fuerza, pudiese dar la victoria. De ahí derivó también la absurda concepción de la guerra antimilitarista, porque las naciones como los individuos nada odian tanto como las cosas que no saben hacer. Por la misma razón vemos hoy a la Germania vencida convertirse en pacifista. La ideología democrática es, por definición, la ideología de la derrota.
Esta mentalidad hizo más larga, más dura, más sangrienta la derrota, y ya al pacifismo de los gobiernos, de los parlamentos, de la opinión pública antiguerrera, las naciones de la Entente, deben su parcial o total impreparación bélica que originó los éxitos iniciales de sus enemigos, tan duramente descontados durante el conflicto, que dió tiempo a las imperios centrales de aplastar y disolver a Rusia, que creó en Bulgaria y en Turquía la ilusión de la superioridad tudesca, determinando su interven412 Este documento propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.