verdaderamente un pueblo. No quisiera yo inculpar a los que quizá no lo merezcan, pero he de decir lo que se presenta a mis ojos. Veo que en la afanada lucha de los partidos se quieren tomar las armas para vencer donde quiera que se encuentren; se quiere buscar un apoyo donde quiera que se sospeche que puede estar. Se procede así como el comerciante ofuscado por la situación de sus negocios, que no repara en los medios que pone en juego para salir de una situación que se le presenta di.
fícil y angustiosa. Pero así como nadie aprobará ciertos expedientes a que pudiera acudir ese comerciante ofuscado, tampoco debe aceptarse que por conquistar el poder o sostenerse en él pueda acudirse a todos los recursos, sin mirar antes las consecuencias que llevan en pos de sí como su consecuencia indefectible. En la vida de los pueblos un paso en falso puede fácilmente precipitar al abismo.
Estos cubanos que se han llenado de patriótico pavor ante las consecuencias posibles de esa pugna de nuestros partidos por buscar apoyo fuera del que debe darles nuestro propio pueblo, del que deben encontrar en nuestras leyes, del que debe derivarse de nuestro propio modo de ser, están realizando un esfuerzo que puede 380 Este documento propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.