sin embargo, el reiterar a ustedes mi actitud personal, para que, a su vez, la conozcan todos sus amigos.
Mi apartamiento de la acción política es completo. Me loimponen mi edad, mis achaques y la formal resolución tomada desde hace algún tiempo. Ya no puedo hablar en público, me falta la voz; ya me fatiga el escribir mucho; ya se rinde mi espíritu ante esta complicidad, más o menos consciente, de tantos cubanos en la obra funesta de ir recortando la personalidad política de Cuba.
Toda mi larga experiencia me enseña que la ingerencia de los extraños en la vida pública de un país resulta siempre funesta.
Desde luego esto no reza con quienes aspiran sólo a que Cuba siga siendo una factoría. Pero las revoluciones de Cuba no tuvieron por fin la continuación, sino la cesación de esa forma política rudimentaria. El olvido completo de la cortesía internacional con que hemos sido tratados, durante la guerra europea, dice todo lo que hay que decir a este respecto a quienes sepan y quieran ver la realidad de las cosas.
Todo esto viene a parar en decirles que son ustedes, y los que tengan o conserven fuerzas suficientes, los llamados a 371 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.