es bandolerismo, y asesinato a lo que es asesinato. Si no, corrompe la conciencia de sus lectores. qué queda cuando el sentimiento del derecho y del deber se apaga? La fuerza y sólo la fuerza. Sinn LAURENT (La philosophie de histoire, París, 1870, 162. Para trabajar contra el alcoholismo, no he aguardado el soplo de Mr. Wilson. Hace 23 años que corren por el país diversas páginas escritas de mi puño y letra en que se refleja la campaña antialcohólica francesa del último cuarto del siglo diecinueve. Pero nunca me ha pasado por la cabeza la idea de derribar las fábricas de alcohol. Es una candidez para decirlo sin ofender esto de pensar que el alcohol pueda o deba ser suprimido. Es ignorar el importantísimo papel que el alcohol común y sus homólogos representan en la in.
dustria química y, particularmente, en la farmacéutica. Es querer renunciar a un inmenso lote de beneficios de todo orden, en las artes, en medicina, en higiene. Más todavía: es desconocer el juego de las accio.
nes mismas que tienen lugar en todos los organismos, desde los que llamamos infe.
riores hasta los nuestros de hombres. To.
dos somos fábricas de alcoholes.
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