contra mí con las armas, se pasan de mi lado con las armas. El contagio del ardor y de la generosidad es rápido. Fiumeno es más que una forja de heroísmo, como en otro tiempo el Monte Grappa.
Los héroes vienen a respirar aquí el elemento mismo de sus almas. Los heridos, los mutilados, los ciegos corren a ofrecer cuanto les queda. Todos los combatientes sin tacha, son atraídos por este fuego que nunca se debilita. Las cicatri.
ces flamean. La bandera es izada en la cima de la voluntad humana y sobrehu mana de sufrir, de luchar, de resistir.
Hermanos de Francia, cuanto digo es atestiguado por todos los que han visto y oído.
Se conoce ya la pasión de Fiume. Hay confesores y mártires. Toda demostración y toda recriminación serían hoy inoportunas y vanas.
Estoy decidido a tener y a defender la ciudad hasta el extremo, con todas las armas. Estamos dispuestos a morir de hambre en sus calles, a enterrarnos bajo sus ruinas, a arder en sus casas incendiadas, a burlarnos de todas las amenazas y a desafiar riendo las muertes más crueles.
Con esta condición los buenos com352 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.