Democracy

ificaba de pobres diablos y que el medio en que vivía y su primera educación prometían muy poco; y así sucesivamente, con la larga lista de nombres que hacen la gloria de la democracia; si recordamos los grandes hombres de humilde linaje, podemos preguntar con justicia si la aristocracia se halla en el caso de ostentar hoja de servicios semejante. La ley de vinculación es aristocrática, pero la ley de Méndel es democrática.
Puede objetarse que acabo por negar que exista la herencia en forma alguna, por lo menos en cuanto se relaciona con las cualidades intelectuales y sociales; pero no es este el caso. Si bien es cierto que las dotes hereditarias buenas y malas están ampliamente repartidas entre los hombres de toda clase y condición, no están distribuídas por igual. Al contrario, las probabilidades de buenas o malas cualidades en la descendencia son mayores en ciertas familias, pero ninguna tiene el monopolio de las ventajas o desventajas; y ningún sistema social puede menos que reconocer el hecho de que entre familias obscuras aparecen personalidades eleva.
das y que en ocasiones se exaltan nulidades a grandes puestos sólo por pertenecer 3II Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.