exija la calificación moral de educador, mientras el número de niños en cada grado no se reduzca a lo racional, mientras para obtener mejor personal no se conceda al maestro mejor remuneración, y a los que hay buenos son muchos e ilos de este modo no se les anime en su ingrata tarea, todo lo que se escriba sobre el asunto será aporrear paja vacía. mientras al maestro no se le devuelva cierta delegación de potestad paternal, su labor educadora será infructuosa también. Para que los padres de familia consientan en esta delegación, deben co.
nocer al maestro íntimamente y debe éste hacerse acreedor a la confianza de ellos. Esto no se obtendrá mientras los maestros un año estén en Turrialba, para ser trasladados el año siguiente a Tabarcia.
El maestro debe ser, en la escuela rural, el hombre de confianza de todo el barrio. Debe identificarse completamente con la comunidad aldeana en que vive y ser con el tiempo el director intelectual y moral del vecindario. La influencia del Cura no se rompe con instrucción.
Ella se refuerza, cuando es buena, ella se contrarresta, cuando es mala, por la influencia de un maestro bueno, conocido, 300 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.