birá, para la cual le falta la fuerza natural, del cuerpo y del espíritu, fuerza que no la repone ninguna enseñanza, cultura física, igualdad política, co educación ni co instrucción. Que la debilidad es producto de los errores sociales? Pues sería producto de esos mismos errores la fuerza que capacita a la mujer para sostener las molestias y los dolores de la procreación, fuerza nerviosa no alcanzada por el hombre. La naturaleza no es pródiga. Donde da en exceso por un lado, por otro lado pide la compensación. Si en un futuro desarrollo llenara a la mujer sus actuales deficiencias, inexorablemente le quitaría sus ventajas presentes, y con esto se sellaría la sentencia de muerte del género humano. esto se ve en las mujeres que ya hoy día parecen iguales en fuerzas físicas o espirituales al hombre. Puede que haya excepciones, que no por ello hayan perdido sus caracteres específicos de hembra, pero la excepción confirma la regla, y por regla casi sin excepción, esas mujeres especiales carecen de potencia procreadora, o al menos son tan repugnantes para el otro sexo, que necesariamente tienen que dejar de cumplir su 298 Este documento propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.